Echaba de menos esto, mi espacio en blanco, un trozito de lo que a veces quiero decirle a nadie.
Es un recuerdo pequeño,
eran de los tiempos en que me cortaron muy corto el pelo, que por suerte usaba aritos en mis orejas.
Estaba viendo monitos animados, no recuerdo muy bien, creo que eran la vaca y el pollito, siempre los encontré extraños pero nunca los dejé de ver.
y he aquí la historia, una escena que siempre me quedó:
Una abuelita no podía comer, no tenia dientes, entonces alguien se la inyectó por suero, y cuando estaba pasando la papilla hasta sus venas, la abuelita decía: "ñam ñam ñam! que sabrosoooooo."
Tenía unos tres o cuatro años, desde ahí lo encontré extraño, despreciable, un tanto gracioso; y nunca se me había olvidado.
Me acordé, porque en la clínica cada vez que me iban a a cambiar el suero recordaba eso...
tonterias.
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