Soy Paulina, tengo 16 años, mido 1.58. Escribo cuando quiero contarle a nadie. Me gusta la música. Siempre guardo un poco de perfume para recordar. Amo inconscientemente el morado. No le digo te quiero a cualquier persona. Me da miedo la tranvía. Admito que no siempre me gusta estar acompañada. Y creo que el mundo es un cuento.

domingo, 28 de agosto de 2011

Baile feliz en Bristol centre


Hibamos hacia Queen Square con la Jai y nos encontramos con esta gente en la plaza bailando, ni siquiera pidieron monedas, solo eran felices bailando. Después anduve todo el resto del día con la cancioncita en mi cabeza jaja.

miércoles, 10 de agosto de 2011


Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos. ♥

domingo, 7 de agosto de 2011

L'amour


El amor se disfraza de suavidad, y cuando retumba, cuando muerde, entonces si.... es peor que todo, más aun, es una emboscada, el amor no va, no es de Saint Laurent, no cae perfectamente! si no encuentro mi estilo, no es por falta de intentos.. el amor.

martes, 2 de agosto de 2011


Extraño al sol como despertador, el olor a nutella de las mañanas, a mi boleto del bus a medio romper y mi carrera diaria para llegar a la hora.

Extraño descansar en el pasto, almorzar en el pasto, tomar en el pasto, reir en el pasto, sacar pasto.
Extraño el pasto, y al caballo del centro que todos fotografiaban, si... tambien extraño al mono negro violado, y que según un amigo tenia tatuajes que se podían ver al sol, pero nunca los vi porque me acordaba cuando estaba lloviendo.

Extraño escuchar la "o" en mi nombre... "Poooulina"- decían todos con acentos raros. Extraño hasta la mala comida y a salir abrigada, pero con unos pantalones cortos en la cartera por si salía el sol, y un paraguas pequeño por si llovía.

Extraño a las personas;
los mil amigos del paradero,
a los que se paseaban por las calles con disfraces ridículos,
al borracho que se paseaba despues de las 6 con su perro,
a los del instituto, los morenos, los rubios, los chinos, los mohammeds, al vendedor del Water, a los choferes que siempre te deseaban un buen día.
Zoom bar, tomar vodka azul antes de clases, culpar a Oriana de todo.
Extraño aprender groserías en otros idiomas, escuchar a los negros decir: "wuan ero", desmentir mi capricho del "Nunca besaría a un rubio".

Esto de volver a Chile, solo físicamente.
Y aprender que también puedes encontrar la felicidad lejos de casa, que puedes detenerte, escuchar y no tan solo vivir, sino sentir, disfrutar, llorar, y olvidarte de 'lo ideal', lo cuadrado, lo vacío.

Love Bristol